GARNACHA BLANCA
Origen:
Su origen es
español y procede de la mutación de la Garnacha tinta, compartiendo en gran
medida sus características ampelográficas, agronómicas y enológicas.
Uso:
La variedad es muy
cultivada en toda la provincia de Huesca. Se utiliza, debido a su alta calidad
organoléptica, en exclusiva para vinificación; estando presente en la gran
mayoría de las Denominaciones de Origen de España.
Ampelografía:
La sumidad
tiene una disposición abierta, sin pigmentación y con una baja densidad de pelos
tumbados. En cuanto a los pámpanos son de color verde intenso
y sin estrías tanto en la cara dorsal como en la ventral. La hoja tiene
un tamaño medio, sin pigmentación en el haz, sin vellosidad en haz y envés, y
está compuesta por 5 lóbulos marcados ligeramente superpuestos, con una
disposición del seno peciolar en forma de lira abierta. Los racimos son de un
tamaño pequeño-mediano, compactos y con un pedúnculo muy corto y fuerte. La baya
tiene un tamaño medio, con sección circular y perfil elíptico, con piel fina de
color verde-amarillento, fuertemente sujeta por el pedicelo que impide su
desprendimiento, y sin pigmentación de la pulpa.
Fenología:
El desborre y la
maduración son de media estación.
Aptitud agronómica:
La
planta es muy vigorosa y de porte muy erguido. Está adaptada a terrenos
pobres y es resistente a la sequía. La poda más aceptada es la corta
dando lugar a producciones aceptables. Es resistente al oídio y poco sensible al
ataque de mildiu, botrytis y al corrimiento fisiológico o inducido.
Potencial enológico:
El
mosto producido, sensible a oxidaciones precoces, tiene un nivel de acidez
medio, con mucho cuerpo y de un color amarillo-verdoso intenso con aromas a
fruta madura y manzana. Acepta muy bien la crianza y suele ser comercializado
como monovarietal o mezclado con Macabeo.
Aspecto de la hoja adulta característica de Garnacha Blanca
Enlace a la página de la descripción de la variedad del Ministerio de Agricultura